El Gobierno de México progresa en su ambicioso objetivo de edificar un millón de casas durante este sexenio, a través del Programa de Vivienda para el Bienestar. Este plan tiene como finalidad responder a las crecientes demandas de vivienda en el país. La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) ha informado de logros importantes en la preparación de los terrenos necesarios para empezar con la construcción de casas nuevas. Aunque en 2025 ya se han establecido formalmente los planes para 52,000 hogares, aún hay siete estados donde no se han iniciado las obras debido a temas pendientes en la verificación de la viabilidad de los terrenos.
Edna Vega, quien lidera la Sedatu, anunció que entre febrero y abril de 2025 se planea iniciar la construcción de viviendas en al menos 25 estados del país, lo que ofrecerá un importante estímulo a la creación de empleos. No obstante, los estados que aún no han concretado estos proyectos son Aguascalientes, Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Guerrero, Jalisco y Estado de México. La falta de concreción en estas áreas se debe a cuestiones técnicas relacionadas con la disponibilidad y adecuación de los terrenos, pero la secretaría está trabajando para solucionar estos problemas pronto.
Durante todo el año, se anticipa la construcción de aproximadamente 125,000 casas, que complementarán los esfuerzos de otras entidades como la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), la cual también contribuirá con al menos 50,000 viviendas. Este número apunta a cumplir con la meta anual y a colaborar con el objetivo global del sexenio, que contempla edificar 500,000 viviendas mediante la Conavi y otras 500,000 a través del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
El efecto económico de este programa es notable. Se calcula que las 52,000 casas que se proyecta construir en los primeros meses de 2025 crearán aproximadamente 235,000 empleos directos y 353,000 indirectos, lo que tiene un gran potencial para impulsar las economías locales. Además, el programa de nuevas viviendas integra un componente significativo de mejoramiento habitacional, con el propósito de ayudar a familias que actualmente habitan en condiciones precarias.
El impacto económico de este programa es considerable. Se estima que las 52,000 viviendas que se planean construir en los primeros meses de 2025 generarán alrededor de 235,000 empleos directos y 353,000 indirectos, lo que tiene un gran potencial para dinamizar las economías locales. Además, el programa de viviendas nuevas también incluye un componente importante de mejoramiento habitacional, con el objetivo de beneficiar a familias que actualmente viven en condiciones precarias.
El Gobierno también está poniendo especial atención en el acceso a viviendas para los jóvenes. Se estima que aproximadamente 10,000 de las viviendas de este año estarán destinadas a esquemas de renta, una opción que permitirá a los jóvenes tener acceso a una casa digna mientras ahorran para adquirir una propiedad en el futuro. La implementación de estas políticas habitacionales es parte de un esfuerzo más amplio para abordar el déficit de vivienda en el país y mejorar las condiciones de vida de las poblaciones más vulnerables.
El impacto de estos proyectos no solo es social, sino también económico, ya que fomentan la construcción y la inversión en infraestructura, lo que mejora las condiciones de los mercados locales y de empleo. Con la esperanza de resolver los últimos obstáculos para comenzar la construcción en las siete entidades faltantes, el Gobierno mexicano sigue adelante con sus planes para cerrar el año con un fuerte avance en el cumplimiento de sus metas habitacionales.